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¿Cuáles son los beneficios de dormir con una almohada entre las piernas?

Mejoran la calidad del sueño, ayudan a mantener la alineación adecuada del cuerpo mientras se duerme y evitan los dolores musculares y de espalda al despertar

El descanso es fundamental. Pero igual de importante es que sea de calidad. También conlleva sus técnicas, no basta con pretender dormir de cualquier manera, pues, durante el sueño, el organismo lleva a cabo funciones vitales, como la regulación hormonal, el control de la temperatura del cuerpo o la consolidación de la memoria a corto plazo, que logran que nos recuperemos del ajetreo diario y despertemos listos cada mañana para enfrentarnos a la rutina.

Por eso, para que los procesos de restauración y regeneración del metabolismo se produzcan de manera óptima, es necesario que el descanso sea efectivo. Desde dedicarle una media de ocho horas al día hasta cuidar la postura corporal. No sólo para evitar la sensación de pesadez o el mal humor que genera el cansancio, sino porque incluso una mala colocación puede provocar dolencias en el cuello, la espalda o la zona lumbar. Por mucho que creamos encontrar la comodidad, si al despertar sufrimos molestias o dolores musculares, es evidente: algo está fallando.

Boca arriba, boca abajo o en posición fetal: las tres son posturas habituales y las tres con sus ventajas e inconvenientes. Adoptar una u otra provocará que la espalda no se vea forzada, que las articulaciones no se compriman y que los músculos queden en una posición neutra, sin contracciones ni estiramientos perjudiciales. Y en este puzzle, la almohada funciona como una pieza más, la que acomodamos bajo la cabeza y la que también deberíamos colocar en nuestras piernas. ¿Dos almohadas? ¿Desde cuándo? Estudiando las distintas posturas para dormir, resulta evidente cuáles son las ventajas de usar este dúo mullido.

¿CUÁL ES LA MEJOR POSTURA PARA DORMIR?

– Postura fetal:Según los expertosla posición fetal hacia el lateral izquierdo es, sin duda, la más beneficiosa para nuestro cuerpo. Primero, porque favorece el drenaje glinfático, encargado de depurar los residuos del sistema nervioso central; segundo, porque evita la apnea obstructiva del sueño, es decir, los dichosos ronquidos; tercero, porque impide el reflujo gástrico, tan habitual en quienes duermen boca arriba, y cuarto, porque alivia las molestias de quienes sufran dolores lumbares. De hecho, es también la posición más saludable para las embarazadas.

No obstante, el principal inconveniente es que la columna no mantiene su alineación natural, por lo que es recomendable colocar una almohada entre las piernas y que, además, se adapte a la curvatura de estas. Así se evita las rotaciones de la zona lumbar y se consigue el mismo ángulo que cuando estamos de pie.

– Boca arriba: Igualmente, quien prefiera dormir boca arriba, a pesar de las posibilidades de ronquidos y reflujo, también deberá colocar una almohada, pero debajo de las rodillas. ¿El motivo? La cadera queda más alineada y la postura es más natural, al corregirse la curvatura más o menos pronunciada de las lumbares, por lo que así nos aseguramos de que toda la espalda quede apoya y de que, por tanto, el descanso será más óptimo.

Tampoco hay que descuidar la almohada para la cabeza: ni demasiado alta y dura, ni demasiado baja y blanda. Es decir, que quede en línea con los hombros. De esta manera, ni el cuello tendrá una flexión excesiva que derive en contracturas cervicales ni, al contrario, con una hiperextensión cervical.

-Boca abajo: Es la postura más desaconsejable, por los múltiples efectos nocivos que tiene para el cuerpo. La columna se torsiona y el cuello se fuerza para poder respirar, de modo que las vértebras soportan una tensión excesiva, que puede dar lugar a contracturas, tendinitis, lumbalgias o cervicalgia. Además, comprimimos el estómago, por lo que se activará también el molesto reflujo.

LOS BENEFICIOS DE LA ALMOHADA PARA LAS PIERNAS

Sí, sí, ya dejamos claro que una segunda almohada es la manera más óptima de descansar, ya que supone un aporte para mantener nuestra postura. ¿Qué efectos consigue?:

  1. Impide que las caderas roten y que el cuerpo se desplace mientras duermes.
  2. Suma confort, gracias a que elimina la tensión y cualquier posible tensión en los músculos de la espalda y la presión que ejerce la pierna de arriba.
  3. Alivia dolores de lumbago o ciática, así como la posible rigidez muscular que deriva en contracturas.
  4. Supone un apoyo para la parte baja del cuerpo, ya que obliga a adoptar la alineación anatómica correcta para la columna, caderas, piernas y rodillas.
  5. Beneficia la circulación sanguínea de las piernas, pues evita tensiones musculares, además de aliviar posibles varices. Así, también elimina posibles hormigueos.

Aunque, en caso de no disponer de una más adecuada, también es válida una almohada tradicional, es más recomendable un modelo diseñado para la zona específica, es decir, una almohada ergonómica, que se adapte a la curvatura de las piernas.

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