Aquí tienes la prueba de que comer de dieta no tiene por qué ser poco apetitoso. El truco es transformar el clásico plato de pollo o pavo a la plancha con verdura en lo que ves.
Corta la pechuga en tiras, insértela en brochetas y hazla a la plancha.
Acompáñalas de unas verduritas hervidas, al vapor o al microondas y saltéalas luego con un hilo de aceite un par de minutos.