Argentina puede no llevar a ningún jugador del medio local al Mundial por primera vez
Aunque, si el arquero de River fuera a Qatar para participar de su segunda Copa del Mundo consecutiva después de Rusia 2018, también sería la primera vez que un seleccionado nacional lleve a un solo jugador que compite en el fútbol argentino a un Mundial.
La posibilidad, por estas horas un poco menos tangible que antes del domingo a raíz de la fractura de pómulo derecho sufrida ese día por Juan Musso, del Atalanta italiano, de que el riverplatense Franco Armani pierda su lugar entre los tres arqueros que estarán en Qatar 2022, marcaría un hito para la Argentina, ya que sería la primera vez que concurriría a una Copa del Mundo sin ningún futbolista del medio local.
Por estos días Armani se encuentra con el seleccionado argentino en Miami para disputar el próximo viernes allí un cotejo amistoso frente a Honduras (el martes 27 enfrentará a Jamaica en New Jersey), mientras que Musso se recupera de una fractura en el pómulo derecho que se le provocó el pasado domingo al chocar con su compañero Merih Demiral en la victoria por 1 a 0 como visitante de la Roma.
Sin embargo esta no fue la razón por la que Musso no se encuentra en Estados Unidos, sino que fue acordado previamente por su reciente paternidad, ya que el 7 de septiembre tuvo a su primer hijo.
La recuperación de esa lesión por la que fue operado este mismo lunes le demandará aproximadamente un mes, pero a pesar de que para entonces solamente tendrá otros 30 días por delante hasta que comience el Mundial, su gran presente en Atalanta, puntero del «calcio» junto a Napoli, y la inclinación del técnico Lionel Scaloni por contar con tres arqueros que actúen en Europa para ir a Qatar le mantienen el crédito abierto.
Esa idea del técnico de Pujato se apoya en algunos elementos básicos para él muy significativos, como por ejemplo que tanto Emiliano Martínez (Aston Villa inglés), como Gerónimo Rulli (Villarreal, de España) y Musso cuentan con características técnicas parecidas. Los dos primeros tienen 30 años y el nicoleño 28. Armani cumplirá 36 el próximo 16 de octubre.
También que los tres se enfrentan cada semana a los mejores delanteros de Europa, y de hecho Rulli tendrá frente a sí el próximo miércoles 19 de octubre al polaco Robert Lewandowski cuando Villarreal visite a Barcelona en el Camp Nou, por la décima fecha de LaLiga española. El 30 de noviembre la Argentina enfrentará a Polonia en el Stadium 974, cerrando el Grupo C.
Por contrapartida Armani solamente tiene competencia local en una Liga Profesional de empobrecido nivel, luego de que River quedara prematuramente eliminado por Vélez Sarsfield el 6 de julio pasado, en los octavos de final de la Copa Libertadores.
En rigor de verdad su último enfrentamiento ante un equipo extranjero había sido el 25 de mayo frente a Alianza Lima, un rival de inferior calidad aun, en el cierre de la fase de grupos, cuando en la celebración de su aniversario 121 River goleó por 8 a 1 al conjunto peruano, la noche de los seis tantos de Julián Álvarez, que ahora parece consolidar su lugar en Qatar justamente por haber pasado al poderoso Manchester City inglés.
Si hasta su excompañero en el «millonario», el volante Enzo Fernández apareció «de última» peleándole un lugar al también ex River Plate, Exequiel Palacios, de andar irregular en el Bayer Leverkusen alemán a raíz de sus recurrentes lesiones, por repetir sus buenos rendimientos en el equipo de Núñez ahora en el Benfica portugués.
Esa tendencia ascendente en los últimos mundiales fue desnudando cada vez con más nivel de evidencia el crecimiento en todos los sentidos del fútbol europeo y simultáneamente la declinación del argentino, también en todos los distintos estamentos de su estructura (en Sudamérica solamente Brasil trata de dar pelea).
Y que ahora Argentina esté a punto de no llevar a ningún jugador del fútbol local a un Mundial le da a la vez que autenticidad a ese diagnóstico elaborado cada cuatro años desde fines del siglo pasado, un golpe de efecto que tendrá que ser bien asimilado para empezar a reconstruir la competencia autóctona desde sus cimientos.
Pero aun si Armani fuera a Qatar para participar de su segundo Mundial consecutivo después de Rusia 2018, sería la primera vez que un seleccionado nacional lleve a un solo jugador que compite en el fútbol argentino a una Copa del Mundo.
Y lo más elocuente es que esto sucederá cuando por primera vez en 22 ediciones las listas mundialistas podrán conformarse con 26 integrantes.
La vez en que menos jugadores locales llevó Argentina a un Mundial fue en Corea-Japón 2002, cuando el técnico era Marcelo Bielsa. A esa competencia en la que el representativo albiceleste resultó eliminado en la fase de grupos fueron dos también riverplatenses: Ariel Ortega y Claudio Husaín.
Muy lejos quedó aquel Mundial de Argentina 1978 en que se consagró campeón por primera vez el seleccionado nacional que entonces dirigía César Luis Menotti, cuando la gran polémica se instaló a partir de la llegada al plantel de un jugador que actuaba en Europa: Mario Alberto Kempes.
El ingreso del cordobés, luego máxima figura y goleador del Mundial, no solamente le quitó la última chance de quedarse en la nómina de por aquella época 22 componentes a un bisoño Diego Maradona, sino que además fue una de las razones por las que renunció su capitán, Jorge Carrascosa, a poco más de dos meses del comienzo del certamen.
El «Lobo» Carrascosa, hoy de 74 años, le cuestionó al «Flaco» una secreta promesa de que en el plantel solamente habría jugadores que actuaran en el fútbol argentino. Por ese entonces el «Matador» hacía estragos en las redes europeas con la camiseta aurirroja de Valencia, de España.
Cuando quien había sido campeón con Menotti en el Huracán de 1973 se lo hizo saber, en su condición de capitán, la respuesta del entrenador fue: «y…, es Kempes».
Elipse de la vida, como en aquella oportunidad de hace 44 años, Menotti también coincide hoy con Scaloni en la irrupción en la Selección de futbolistas que actúan en Europa para jugar un Mundial.
En 1978, como entrenador, le dio impulso a la incorporación de uno solo. En este 2022, ya como Director General de Selecciones de AFA, aprueba que sean todos.